Amo mi trabajo.
Desde el principio de mi trayectoria profesional me he interesado por la postura corporal. Sentía curiosidad por las diferentes actitudes corporales que me iba encontrando y me llamaba la atención como cada tipo postural lleva asociado cierto tipo de dolencias físicas.

Desde entonces he estudiado, investigado y puesto en práctica diversas técnicas para abordar el tratamiento de la postura. A día de hoy valoro y trabajo tres factores que me parecen muy importantes:
-Nivel mecánico o estructura del cuerpo. Se valora la postura contemplando las zonas de rigidez. Se flexibiliza el cuerpo, se desbloquean zonas de rigidez y se relajan las tensiones de nuestro cuerpo.
-Nivel bioquímico. Se valora el estado fisiológico de nuestro cuerpo. Se trabaja en el sentido de mejorar hábitos de vida como la alimentación, ritmos biológicos o prescripción de ejercicio personalizado para ayudar a restablecer el equilibrio interno.
-Nivel emocional. Se estudia la influencia de diferentes tipos de agentes como la ansiedad, el estrés, la depresión etc. en nuestro cuerpo. Se trabajan estas tensiones corporales a la vez que se trabajan técnicas de toma de conciencia y “gestión” de estas emociones.
Con mucha frecuencia ocurre que es uno de estos tres niveles el que está más afectado y termina influyendo sobre los otros dos. Por eso considero importante hacer una valoración global del la persona para después investigar cual es el nivel que está desequilibrando el cuerpo.
Esta labor de investigación que realizo en consulta con la ayuda del paciente es la que hace que cada día de trabajo sea diferente.
Por eso amo mi trabajo.
Pablo D. Pérez Domínguez
Fisioterapeuta, Osteópata y en breve Terapeuta Gestalt.